Las personas que sienten Felicidad Laboral generan más rentabilidad a las empresas, esto es una realidad aunque para crear un entorno amable, motivador, inspirador, que den ganas de llegar cada mañana, saludable, retador y sencillamente feliz el principal protagonista es cada colaborador.
Soichiro Honda, fundador de la empresa automotriz Honda, dice, al respecto: “Cada individuo debe trabajar para sí mismo. La gente no debe sacrificarse por la compañía. Vienen a trabajar a la empresa para su propio disfrute”.
Es frecuente que las personas se sientan tan agobiadas por su empleo que piensen que “tienen el peor trabajo del mundo”.
Si bien algunas experiencias laborales son menos gratificantes que otras, siempre hay que considerarse afortunado, porque en un entorno complejo, como en el que vivimos hoy en día, tener empleo es una ganancia.
Resulta provechoso para todo profesional plantearse qué actividades y acciones concretas le llevarían a la satisfacción profesional. La decisión depende totalmente de cada ser humano, partiendo de la realidad que no se puede responsabilizar a las empresas de los deseos de sus trabajadores, porque ningún jefe u organización tiene una receta para indicarle a cada colaborador cómo ser feliz.
Trabajar en la vocación
Resulta un reto personal encontrar la relación que existe entre lo que se hace diariamente y la vocación personal.
Una vez hallado este nexo, se consigue una conexión con la pasión a la hay que “aferrarse” porque ese vínculo es lo que nos va a permitir desarrollarnos y crecer como profesionales.
Se ha podido comprobar, que los profesionales que se sienten más felices con su trabajo ejercen aquellas profesiones en los que la vocación tiene un componente muy importante, como los investigadores, médicos, enfermeras y educadores.
Por eso, es fundamental que cada persona, en las distintas etapas de la carrera en la cual se encuentre, sea capaz de hallar su propia vocación y que la conecte con su labor diaria para sentirse útil.
Este sentimiento se percibe con facilidad considerando los siguientes aspectos:
- Disfrutas plenamente lo que haces.
- Sientes que se te respeta y tus opiniones son consideradas.
- Haces un buen trabajo y te sientes orgulloso.
- Trabajas con gente amable.
- Recibes reconocimiento por el trabajo realizado.
- Asumes retos y nuevas oportunidades sin temor.
- Te sientes motivado y con energía.
- Aprendes y creces.
En la más reciente encuesta de Gallup donde se midió la satisfacción de los empleados en todo el mundo, se reunió información de doscientos treinta mil empleados (230.000) de tiempo completo y a tiempo parcial en ciento cuarenta y dos (142) países.
Gallup concluyó que solamente el 13% de los trabajadores sentía compromiso laboral, es decir, sentido de pasión por su trabajo y una profunda conexión con su empleador y manifestó, en tal sentido, que pasaba sus días innovando e impulsando a su empresa.
La gran mayoría alrededor de 63%, lo que hacen es pasearse por la oficina y dedican poca energía a su trabajo. Un total del 24% es lo que Gallup llama “activamente desconectado”, es decir, que aborrece y está disconforme con su puesto de trabajo. Según estas cifras el 87% de los trabajadores en todo el mundo “están desconectados emocionalmente con sus lugares de trabajo y tienen menos posibilidades de ser productivos”.
En otras palabras, el trabajo resulta ser más una fuente de frustración e infortunio que una de satisfacción, por lo que cada vez es más necesario que identifiquemos nuestras vocaciones y las conectemos con la labor diaria.
En la vida laboral siempre habrá actividades aburridas, compañeros que no te agraden, clientes difíciles y jefes complicados.
no se logra desapareciendo las dificultades. Se consigue siendo feliz a pesar de las adversidades presentes.
y focalizando tu energía en solucionar problemas y generando desde tu persona más y mejores experiencias positivas.
Por: Hildemaro Infante.
Consultor Gerencial, Docente y Escritor
Edición 116 – Revista Milenium – Versión digital aquí