Desde los campos fértiles de Pavón de Los Chiles, un emprendedor costarricense ha logrado transformar la agricultura tradicional en una empresa en crecimiento gracias al respaldo del Banco Nacional.
Luis Diego Rojas Campos, agricultor y ganadero, ha dedicado su vida al cultivo de granos básicos, tubérculos y a la crianza de ganado. Sin embargo, su historia no solo destaca por el esfuerzo diario en el campo, sino por su capacidad de levantarse ante las adversidades climáticas y seguir avanzando con más fuerza. ¿La clave de su crecimiento? El respaldo financiero, la asesoría técnica y el acompañamiento constante del Banco Nacional de Costa Rica, un aliado estratégico de las micro, pequeñas y medianas empresas rurales.
El impulso que marcó la diferencia
Durante años, don Luis Diego enfrentó desafíos propios del sector agrícola: largas jornadas sin horario fijo, pérdida de cultivos por plagas y fenómenos climáticos, como el devastador huracán Otto. Pero fue precisamente en esos momentos críticos cuando el Banco Nacional le tendió la mano con líneas de crédito flexibles, asesoría personalizada y oportunidades para crecer. Gracias a este apoyo, Luis Diego pudo reactivar su producción, adquirir maquinaria especializada, comprar tierras productivas y, sobre todo, consolidar una sociedad agrícola familiar que hoy suma 17 años de trabajo ininterrumpido
Beneficios brindados por el Banco Nacional a esta empresa agrícola
-Créditos a largo plazo con tasas de interés accesibles para la compra de maquinaria y terrenos.
-Capacitación en educación financiera, administración de deudas y gestión eficiente de las cosechas.
-Acompañamiento técnico para fortalecer su modelo de negocio.
-Acceso a productos financieros diseñados para el sector agropecuario.
-Asesoría para formalizar alianzas comerciales y explorar nuevos canales de distribución.
Del campo al mercado: visión de futuro
Luis Diego no solo quiere seguir sembrando, sino también transformar sus cultivos en productos de marca, con valor agregado, listos para llegar directamente al consumidor. Gracias a su participación en la Asociación Cámara de Productores de Granos Básicos de Los Chiles, se encuentra trabajando en una marca propia de frijoles con el respaldo técnico del INTA y el apoyo del Banco Nacional.
La meta: producir más, con mayor calidad y resiliencia, incorporando innovación agrícola, nuevas variedades genéticas y herramientas tecnológicas como el uso de drones en el monitoreo de cultivos.
«Yo recomendaría a cualquier pyme agrícola acercarse al Banco Nacional. Ha sido una herramienta clave para crecer, formalizarse y prepararse ante cualquier imprevisto», afirmó don Luis Diego.
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